¿Qué es la MEDIACIÓN? TuCoconut, familia, pareja y mediación en Las Rozas de Madrid y Majadahonda.
- Tucoconut.com
- 2 jul 2019
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Siempre se dice que el conflicto es inherente al ser humano y el simple hecho de que dos personas entren en interacción puede propiciarlo. Es más, una única persona puede entrar en conflicto consigo misma, generándose una disputa interna entre sus creencias y sus intereses. Es tan habitual recurrir a estrategias para tomar decisiones difíciles, como acudir a una persona neutral que no esté implicada en el conflicto para que impulse desde fuera la generación de soluciones válidas.
Las ventajas de la mediación, como son los costes más reducidos y la flexibilidad y rapidez en el desenvolvimiento del procedimiento frente a la tradicional vía judicial, hacen de ella un proceso idóneo para alcanzar acuerdos. El acuerdo de mediación tiene el mismo valor que un título judicial, dictado por un juez en un proceso en los tribunales. Hoy en día se alaban las ventajas y flexibilidad de la mediación, sentencias del Tribunal Supremo se pronuncian sobre algunos aspectos clave de la mediación, como el principio de la confidencialidad, su carácter preventivo, la deslegalización o no sujeción a la norma jurídica, la libertad en materia de prueba y otras ventajas.

Se habla de mediación familiar cuando los conflictos que se tratan durante el proceso afectan a personas de una misma familia. Las situaciones más habituales son las desavenencias paterno filiares y las separaciones o divorcios.
La familia es una institución donde se dan interacciones contínuas entre sus miembros y también con el entorno. Generalmente cada familia adopta un funcionamiento establecido a base de normas y funciones que asumen sus miembros. Al igual que los miembros que la componen, la familia también evoluciona. El proceso de adaptación a los cambios y las limitaciones a la hora de afrontar situaciones vitales estresantes, pueden marcar el inicio de una oleada de conflictos.
Como explican los conflictólogos, una controversia puntual mal gestionada puede evolucionar a una guerra abierta, en el caso de la mediación familiar no sólo hay que pensar en las personas individualmente sino en la familia como entorno que además, se sostiene a través del bienestar de sus miembros.
Generalmente acuden a mediar parejas (casadas o no) y distintos miembros de una misma familia, y las circunstancias que les lleva a mediar son diversas:
- Parejas que intentan reconducir alguna situación que dificulta la convivencia o situaciones de crisis (entre ellos, con los hijos o con los mayores)
- Parejas casadas para formalizar el convenio regulador. Si se ha iniciado un proceso judicial para la separación o divorcio éste se suspenderá hasta que finalice la mediación.
- Hermanos para resolver desavenencias con el reparto de bienes y herencias.
- Parejas tras una separación o divorcio en busca de acuerdos que se puedan cumplir, porque existe incumplimiento de los términos acordados en convenios reguladores aprobados por resolución judicial.
- Parejas que tras una separación o divorcio varían las circunstancias personales de uno, de ambos o de los hijos y buscan establecer nuevas pautas de actuación.
- Parejas que ya no conviven pero necesitan decidir cuestiones relacionadas con la evolución de los hijos sobre todo del campo académico (actividades extraescolares, becas de movilidad, tiempo de ocio, etc).
- Familias con hijos adoptados que pretenden iniciar la búsqueda de sus orígenes o averiguar si tienen hermanos.
- Familias con algún miembro dependiente o con alguna discapacidad, que precisan reorganizarse.
- Parientes que gestionan un negocio familiar.
¨La mediación no pretende simplificar el divorcio, ni aspira a evitar todo el sufrimiento que comporta una ruptura familiar. Pero sí puede reducir el sentimiento de pérdida, ayudando a las familias a reorganizar sus vidas y reestructurar su relación, logrando que los implicados en ella miren más hacia adelante que hacia atrás.¨ (Parkinson, L. 1988).
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